Aqui se encuentran los fichas de los ex-miembros y trabajos de antiguos  miembros.


Adjuntamos lista de los ex-miembros:  TomasRomero,  Indi, Abdul44, Caleb.

Tomas

Crónica de Tomás

En el reino demoníaco, año 536 a.c. , yo empecé como aprendiz de mi padre, Exu tata caveira, hay que entender que ningún exu es demonio, Hay muchos, en una persona puede haber varios depende del pueblo del exu que gobierne.


Bueno, los demonios quisieron hacerlo parte del consejo pero él no aceptó, a lo cual me mandó a mí, su hijo mayor con un tranca ruas das almas. En ese tiempo empecé como sicario de ese consejo. mataba a los que abandonan el consejo, el que rompía las reglas o por el que me pagaban.

Una vez me enamoré de una sucubo, la esposa del jefe del consejo y ella de mi, así que mantuvimos en secreto, hasta que él se enteró. Cuando el jefe se enteró como venganza, mató a mi padre, creía que la culpa era de él. Así que yo con la ayuda de mis hermanos me revele, él mató a mi padre por la espalda, sin defensa ni guardia.

Así que les dije a mis hermanos, que dejen sus cuerpos y vengan a mi pueblo hagamos uno, el cual está dentro de mi(tom), por esta razón tengo exus y pombagiras.


Cuando estuve enfrentando al jefe, él me superaba, no por ataques sino por poder. Como era en su reino él controlaba todo, incluso la gravedad. Cuando me estaba a punto de matar su esposa salió a defenderme y la mató a ella.


Fue ahí cuando el exu de mi interior salió, mostrando todo su poder y sin compasión tomó varias almas del jefe y las convirtió en esclavos de él, dandome más poder a mi. Fue así como su poder no tenía casi efecto en mí, me había hecho más fuerte que él y con su propio tridente le perforé sus rodillas y cuando estuvo a mi merced, le arranqué la cabeza y el corazón con mis manos.


Las reglas eran si derrotas a un miembro del consejo, tomas su lugar.Los demonios pueden revivir según entiendo, aunque no poseo tal conocimiento, así que vendí su corazón a un clan de brujas. Aquello no me llenaba y después de demostrar que era el mejor, decidí dejar ese lugar e irme para siempre de ahí para siempre. Deje a mis compañeros sicarios y toda una vida, en busca de algo nuevo para mi, algo a lo que pueda pertenecer otra vez, para formar un grupo donde nadie sea rechazado y todos tengan un lugar donde pertenecer.


Fue mucho tiempo, que tarde en encontrar algo, estaba por perder las esperanzas, pero no lo hice, decidí hacer un último intento y cuando entré al reino por primera vez, fue la primera vez que hablé con la Princesa Mary y luego con la Princesa Lagrima, donde tuve mi prueba con maho. Me hizo varias pruebas de cómo salvaría a la princesa, aprobé todas al primer intento, me dijo que él me entregaría personalmente y que sería especial para el reino , pero tuvo que partir en misión , con lo cual se pospuso todo por los designios del altísimo. Pero se me otorgó una nueva misión, entrenar a las princesas y a los miembros, cuidar del reino en ausencia de Maho y así me convertí en su profesor.

Crónica de Indi

Esta es la crónica de nuestras más jóvenes angelitos , sin ninguna experiencia en rol.

Mi nombre es indi naci en 1999,tengo 21 años y vivo en colombia ,somos una familia de clase media, mi padre tiene un buen trabajo y viaja mucho, aunque mis hermanos los quiero mucho pero son un poco revoltosos La gente opina que soy gentil ,amable ,aunque no tengo demasiada confianza en mí misma, quizás lo confunden con ingenua, pero me gustan los libros me llevan a lugares imaginarios. Iba a viajar a california con toda mi familia luego de empacar , tomar mis libros favoritos Harry Potter y el Señor de los anillos y tener todo listo ,nos subimos al auto de mi padre y fuimos hacia el aeropuerto.

Luego de subirnos a nuestro avión pasaron unas horas y despues de mas y mas horas por fin habiamos llegado a california.mi familia y yo algo cansados por el vuelo nos dirigimos al hotel donde nos quedarìmos por unos días mi familia y yo, descansamos un rato y luego de nuestra siesta fuimos a hacer algo de turismo , después de unos minutos todos quisimos probar algo nuevo aquí.

Nos propusimos ir a acampar por primera vez y nuevamente nos subimos al auto de mi padre y partimos, Una vez que llegamos al sitio donde íbamos a acampar, mi familia bajó del auto excepto yo, tenia un poco de sueño , estaba algo cansada y me quede dentro del vehículo.. De repente, noto que el auto se empieza a mover, el auto estaba estacionado en una alta colina donde íbamos a armar nuestro campamento.

Y el auto de mi padre comienza a bajar por la colina conmigo adentro, uno de mis hermanos voltio a ver el auto y afortunadamente vio que yo estaba en el auto cayendo por la colina y empezó a dar gritos alertando a mi familia y todos corrieron hacia el auto para intentar detenerlo, mi hermano y mi hermano llegaron a la defensa del coche , se agarraron intentaron detenerlo, los arrastró un metro ante la desesperación, pero el auto cogía cada vez más velocidad y se soltaron quedando magullados. Nadie pudo impedir que el coche bajará a alta velocidad , unos segundos después el coche se detuvo contra una pared y morí en el momento por el grave impacto.

Veo una luz blanca , brillante como un camino, es como si hubiera muchos lugares, pero mis pies caminan pérdida por aquel laberinto, nada está claro , hasta que aparezco en un palacio precioso y angelical, se respiraba tranquilidad, dentro había seres vestidos de blanco con grandes alas que se acercaron a mí, tratándome con amabilidad.

Me recibieron con una sonrisa en sus rostros,me mostraron el palacio,conversamos con gracia y exquisitez, pero yo seguía algo confundida, era un lugar muy nuevo después de un tiempo me adapte al sitio. El palacio se llamaba Palacio Justicia de Dios era precioso y angelical las personas de esa sala me trataron con mucha gentileza y respeto.me quede un rato largo y luego de eso me despedí de una sr. Llamada Maryanlis me contó que ella era una de las dos princesas de ese palacio.

Luego de salir de la sala empecé a venir todos los dias, me encantaba estar en aquel lugar, era maravilloso y uno de esos días que yo estaba hay , la princesa Maryanlis me empieza a comentar que reclutan personas para ser aspirantes a ser ángeles y esta me dio la oportunidad de ser parte de el palacio y acepte la oferta , luego de unos dias.

Un dia hablando con la princesa Maryanlis me contó que había muchos más lugares que pertenecían al reino y uno de ellos era el Reino donde la madre de la princesa pasaba mucho tiempo. Tuve mucha curiosidad y con el permiso de la princesa fui a conocerlo. Me costó un poco encontrarlo pero al final lo logré , alli se encontraba la madre de la princesa Maryanlis . la princesa Lágrima , sentada en las escaleras.

El reino de la princesa Lagrimas me pareció lo mas bello que yo hubiera visto junto con el palacio y detrás de la princesa Lágrimas estaban los guardianes del reino y el palacio. los saludé amablemente y les pregunté si conocían el palacio justicia de dios,y que yo hace poco había entrado como aspirante.

Sin yo saberlo la princesa Lágrimas se comunicó a la princesa Maryanlis , para ver si era cierto lo que yo les había dicho y la princesa Maryanlis les respondió que sí , que yo era una nueva aspirante que entró. Ellos se alegraron de inmediato , me dieron una bienvenida y me trataron con mucha amabilidad todos los del reino. En palacio me enseñaron que era un ángel, su esencia, me mostraron cómo recibir a los visitantes que venían al palacio y el reino , cada día aprendía más cosas observando como lo hacían los demás. Me enseñaron también como comportarme dentro del palacio, cada vez había más aspirantes nuevos y las princesas junto con todos los demás ángeles y guardianes del palacio, reino se tomaron el tiempo de enseñarnos a cada uno de nosotros todo lo que teníamos que saber y hacer.

Yo seguía mi rutina diaria cada día entrando al palacio saludando a mis compañeros aspirantes y me siento donde suelo hacerlo y platico con los demás ,y hago mi trabajo con los demás aspirantes que es recibir a los visitantes

Respetuosamente para que tengan la mejor experiencia en el palacio,reino.y hasta el día de hoy así sigo aprendiendo y me siento muy feliz todos los días entrando a el palacio y el reino justicia de dios.


Ficha de Personaje

Nombre del Personaje: Abdul Matek

Apodo: Abdul

Crónica: Ángeles de Luz

Gerarquia: Ángel

Cita: "De polvo eres y de polvo serás"

Naturaleza: Abdul es serio, obstinado y seguro de mi mismo, de porte firme y estricto, se esfuerza por demostrar seguridad en si mismo y ocultar cualquier atisbo de debilidad. Es sobreprotector y a veces posesivo, no permite que lastimen a quienes ama, siendo hasta cruel con tal de proteger a sus semejantes.

Conducta: Frente a desconocidos aparenta ser frívolo y soberbio, hasta desagradable en ciertos puntos, es estricto y frío, no permite que sobrepasen su palabra, testarudo y calculadamente sincero, no le preocupa decir lo que piensa, sin importarle herir sentimientos o destruir a su contrario. Cuando atacan a uno de sus amigos y compañeros, no teme atacar con letalidad, causando a veces conflictos mayores.

Concepto: De pequeño fue raptado por un grupo de cientificos junto a su familia, a lo largo de su vida sufrio innumerables torturas y humillaciones, fue objeto de estudio tanto por el Escuadrón 731 como por el MK-Ultra. Siendo éste último descubierto y desvaratado, escapó a un territorio desconocido, donde encontró a Caleb, su alma y gemela y quien le traeria paz y luz a su existencia.

Al morir en los brazos de su amado, su alma asciende hasta el Reino Justicia de Dios

REINO : Reino Justicia de Dios creado a.C indefinido ,tiene su primer registro escrito datado en el 30 de octubre del 2012. Un reino de ángeles, otorgado por el Altísimo para la magnificencia del Creador. Cuando este crece se hace una expansión con el Palacio Reino justicia de Dios. En un lugar del universo en un sitio neutral están la arena y Universo Angelical. También tenemos la Arena , Paraíso perdido y Mausoleo de Dios.

Apariencia Física: Joven de entre 20-30 años, de piel pálida y ojos azules oscuros ojerosos, cabello corto y negro azabache. Contextura delgada, mide 1,98 cm. y pesa 90 Kilos Longitud de cada ala: 200 cm Lleva un detalle sobre ellas que le permite usarlas como bloqueo. Siempre suele vestir en colores blancos o claros mezclado con colores oscuros como el negro, ya que al ser guerrero se nota menos la suciedad y es más practico para largos viajes. Siempre lleva fuertes botas, sus armas que adora como si fueran sus hijos. A veces viste refinado con corsé y chaquetas elegantes, sobre todo cuando visita reinos y palacios. Siempre lleva gafas, ya no le son necesarias pero ya es parte de su look intelectual.

ESQUEMA DE LA CUADRILLA

NOMBRE DEL PERSONAJE : Abdul Matek

SEUDÓNIMO: Abdul

Rango: Capitan de Armas, Guardian

Familiares: Caleb, su otra mitad.

Gerarquia: Tercera, Coro Angel de Luz

REINO : Reino Jusiticia de Dios

Año Conversion Angel: 1990

Edad Real: 21 años

EDAD APARENTE :: buena , 20-30 años

ESTATURA: 1.98

PESO . 90 Kilos

SEXO : Hombre


Otros/Fragancia: Suele dejar tras de si una fragancia a chocolate, algo que le recuerda a su amado Caleb.

Ocupación: Guerrero

Crónica de Adbul

Mi nombre es Abdul Matek, nací en el año 1934, aunque soy incapaz de recordar la fecha exacta. Pase más de la mitad de mi vida encerrado en una oscura celda, sometido por un grupo de científicos japoneses quienes se hacían llamar "El escuadrón 731". En el año 1937, en los auges de la Segunda Guerra Mundial, cuando el conflicto ya era algo digno de predecir. Cuando apenas cumplí la edad de tres años, mi familia se vio atacada por unos individuos encapuchados que nos apuntaron con armas y me arrebataron de los brazos de mis padres, condenándome a lo que serían los próximos veintisiete años de dolor tanto físico como psicológico, que se extendió hasta después de descubierto el proyecto.

Fui usado como conejillo de indias, mi cuerpo fue el muñeco ideal para probar medicamentos, venenos, fluidos extraños, me amputaron grandes cantidades de piel y luego me las volvían a implantar sin ninguna contemplación, me usaron como un animal que debía seguir ordenes de sus superiores sin importar si ésta ponía en riesgo su vida.

Cuando se dieron cuenta de la fuerza y entereza que poseía para no haber muerto en los experimentos anteriores, al contrario de mis compañeros igual de desafortunados, decidieron que sería un perfecto prototipo de arma viviente, entrenaron mi ser y me torturaron, quitándome los pocos rastros de humanidad que quedaban en mí.

El punto cúspide de todo fue cuando idealizaron a los ángeles, anhelaban volar sin aviones, solo aletear y ser elevado por su propia cuenta, ahí fue cuando mi tormento tomo una dimensión aterradora, pues me ataron a una cama boca abajo, y con tan cruda inhumanidad, abrieron mis carnes y me implantaron dos alas enormes, pesadas, provenientes de quien sabe qué ser, solo recuerdo sentir un fuerte hedor e inmediatamente un dolor extremo en mi columna. Pero su intento por mejorar al ser humano fue un total fracaso, pues éstas resultaron ser una gran carga para mi cuerpo, el cual era totalmente incapaz de controlar su desincronizado aleteo, provocándome una agonía inimaginable ya que cada movimiento significaba un tirón de mis vertebras. Éstas pesaban, tanto que apenas era capaz de mantenerme en pie, eran asperas, opacas, de ellas a veces se desprendía un hedor nauseabundo, que se aumentaba cuando sufrian un daño, sin embargo, no sentia cuando éstas se golpeaban, a pesar de estar unidas a mi, no las sentía, sólo estaban ahí para dañarme, someterme.

Los años de tortura lograron mejorar mi resistencia, ya no sentía los golpes, mi piel se había vuelto resistente, mi organismo se auto sustentaba con una escasez de alimentos, solo necesitaba el agua, mis alas carecían de sensibilidad, aunque aún me costaba moverlas porque seguían pesándome, pero los traumas me atormentaron, mi suplica por finalmente morir se hacían diarias, lloraba y gritaba.

Un día, un atisbo de esperanza me devolbio la luz que habia perdido, si, la luz finalmente llego a mi vida, pues en 1945, el proyecto fue descubierto, pero lejos de acabar mi agonía, empeoró, pues su director se sentía fascinado por mi fortaleza, por lo cual fui atrapado y llevado con él a Estados Unidos, donde el MK-Ultra comenzó, en 1950.

Ya no era mi cuerpo el que sufria, sino también mi mente, la cual se llenó de vacíos, delirios y alucinaciones. Ya no era un ser humano, sino una maquina, obedecia cada palabra, cada orden, recibia cada golpe que me propinaban, sus mentiras y cuentos como si fuera la verdad absoluta. En sus instalaciones pasaban cientos de personas, muchos llorando por su destino, otros por la tortura, y algunos por sus seres queridos.

Yo no lloraba, no hablaba, carecía de pensamientos y emociones, las sustancias habían logrado su cometido, ya no era un ser humano, solo su maniquí, un robot silencioso al que alimentaban con solo un poco de pan, papas y mantequilla, mi celda estaba apartada del resto, tenia un escusado y un grifo del cual podia beber algo de agua. Para ellos era valioso, era el unico sobreviviente, y tambien al que más habian torturado, añadiendo el hecho de que mi cuerpo habia abandonado todo rastro de envejecimiento.

El dia en que pude escapar fue en 1969, a solo 4 años de que el proyecto finalmente diera su fin. Un descuido de un guardia me permitió escabullirme hasta lograr escapar, vague durante días en medio de un terreno desolado. Finalmente me escondí en un barco mercantil buscando alejarme de lo que significó mi único hogar durante décadas.

Mi viaje acabó cuando un marino me descubrió, el ver sus ojos aterrorizados y saber que yo era la causa de su terror me significó un dolor interno desconocido. Fui expulsado de la nave y navegué usando mis alas como bote durante los primeros dias, pero mi suerte falló y comencé a ahogarme, hasta que un cofre de madera flotante llegó en mi camino, me sustuve de él y descubrí que traía algunas proviciones, las cuide unas semanas, me alimenté de peces que se acercaban a mi, aprendí a nadar, hasta finalmente tocar tierra, en Sudamérica.

Permanecí escondido de la sociedad durante mucho tiempo, 12 años en total, caminando y viajando, cazando animales y bebiendo el agua que durante las noches los bebederos que la contenían permanecían solitarios. Presencié cada progreso de la humanidad, todo cambio de la sociedad, detras de cada acontecimiento estaba yo, viendolo, sin embargo nadie era capaz de verme. Me oculté de todos, hasta que un día, en 1985, un joven desdichado osó acercarse hacia mi callejón, me escondí de él, pero no vi el terror en sus ojos como en el del marinero, me observaba extrañado, curioso, algo temeroso pero no prejuzgándome, sentí su mirada atravesar la oscuridad que me envolvía, hasta finalmente unir nuestras miradas. Él se acercó lentamente a mí, y yo retrocedí, preso del pánico que me significaba ser rechazado, pero algo me calmaba en él, quizas porque su expresion no era dura, o su mirada no era malvada, ese color de sus ojos, que brillaban como turmalinas, su cabello rojo fuego, y sus labios carnosos. Sus manos rozaron lentamente mi rostro, entonces el sentimiento de afecto me inundó, me entregué a él, volviéndome un ser frágil. Aunque el miedo que sentia por ser usado y encerrado nuevamente me suprimía, porque, a pesar de ser mayor, segun llevaba la escasa cuenta, pues las sustancias nublaron por completo años de esclavitud, la limpieza me habia devuelto un tercio de todo lo que recordaba.

Sentí como el amor iba creciendo en mí hacia él, como mi necesidad de sentirlo cerca me rodeaba, me aferré a sus manos, sus labios, su ser, todo lo suyo me embriagaba, me sumía en ese éxtasis que solo aquel que te produce ese sentimiento especial te puede dar.

Su humanidad provocó que la mía poco a poco volviera, Caleb me hacía sentir querido, amado, sus ojos eran lo primero y lo ultimo que veia cada día, y su dulce aroma era mi perfume favorito, todo de él era perfecto, desde su voz hasta sus movimientos, sus gemidos, risas, palabras, todo me hipnotizaba.

Conocí el amor, el cariño, la pasión, la necesidad, poco a poco me volví más humano, más sensible, más educado, comprensivo, amable, gentil, todo lo que él me enseñaba lo aprendía como si de un niño me tratase, así fue como viví los pocos, pero intensos años fuera de ese infierno. Junto a aquel muchacho que protegia con todo mi ser, mis inseguridades disminuyeron poco a poco, ya no me molestaba que el tocase mis alas, aunque la primera vez que lo intentó me aparté suyo, ya que no eran bonitas ni dignas para sus suaves manos. Descubrimos una manera de escondernos de los demás, y que nadie descubriera esa atrocidad que permanecía unida a mi, asi fue como nos escondimos de todos, aunque su familia me hacia sentir querido, por lo menos en esos instantes de interacción que poseíamos.

Pero mi redención duró poco, pues aquellas pruebas, torturas y experimentaciones poco a poco deterioraron mi ser, me volví débil, y mi corazón disminuyó mi vitalidad, y mi vida, todos esos cambios estaban atados a mi cuerpo, mi edad, sabia que me equiparava a un adulto algo mayor, las cuentas me eran claras, aunque en apariencia y mentalidad contradecía todo lo anterior, pues mi rostro se veía como el de un joven de veintitantos, y mi cuerpo aun me mantenia integro. Quienes confirmaban mi edad eran las alas, su color se deterioró notablemente, y la rigidez de sus plumas dismunuyó, ahora parecían mas suaves, sin embargo, tu tacto continuaba siendo tosco, e incómodo.

Día tras día me debilitaba más y más, tanto que ni levantarme de la cama podía, mi pelirrojo lo notaba, continuamente me llevaba comida y agua, las cuales ocultaba, le estaba siendo una carga, y odiaba serlo, no, él no debía llevar sobre su espalda a un individuo como yo, por lo que, con lentitud, mi corazòn bajó sus latidos paulatinamente. Lo sabía, sentía cada palpitar como una bocanada de aire luego de haber estado mucho tiempo bajo el agua, mi alma gemela lo sentía, esos ùltimos días se dedicaba a abrazarme y besarme, pues yo ya no tenía las fuerzas para sostenerme de sus ropas, solo escuchaba su corazón, su lenta respiracion y sus sollozos. Persibía su dolor, sin embargo poco podía hacer, solo sonreirle y susurrar las mil palabras y promesas de amor que le dedicaba, buscando calmar su tristeza. Morí en sus brazos, sintiendo sus lágrimas rozar mi piel, y mi desespero por contenerlo, su presencia me devolvió lo poco que había perdido... En 1997 mi alma finalmente se desprendió de mi cuerpo, justo cuando era tan feliz, por segunda vez en mi vida.

"Te volveré a ver, lo prometo"

Desperté en un extraño lugar, la tenue luz blanca estimuló mis ojos, entonces caí en cuenta de que flotaba, sí, me encontraba en un estanque de agua cristalina, en medio de un palacio con gamas de colores grisáseos y blancos.

Con lentitud me incorporé. ¿Dónde estaba? ¿Y Caleb? ¿Dónde estaba él?

Mi vista recorrió el lugar con desesperación hasta caer en una figura elegante y refinada, cuya mirada transmitia una paz y calma indestrictible.

-¿Quién eres?- murmuré atónito.

- Eterna luz, bienvenido al Reino Justicia de DIOS- respondió aquella presencia -No te preocupes, pronto te reencontrarás con el amor de tu vida-

El lugar correcto para el titular

Aquí comienza tu texto. Puedes hacer clic en este punto y empezar a escribir. Illo inventore veritatis et quasi architecto beatae vitae dicta sunt explicabo.

Nombre del Personaje: Caleb Hiroshi

Apodo: Caleb

Crónica: Angeles de Luz

Gerarquia: Angel

Cita: "Todo lo que hagas, se te devolverá duplicado"

Naturaleza: Caleb es dulce y sensible, a veces infantil, timido y vergonzoso, pero tambien amable y servicial. Celoso y sobreprotector, no le gusta que molesten a quienes ama, es bastante simpatico y sociable.

Conducta: Es difícil que logre caerte mal, se gana el cariño de los demás con mucha facilidad, parece temeroso pero demuestra valentía cuando la situación se lo demanda, es testarudo y no se conforma fácilmente, cuando quiere algo, lo obtiene, es cariñoso y agradable

Concepto: De personalidad introvertida y delicada, fue blanco de burlas en su infancia, pero no dejo que ello lo detuviera, se dedicó a ayudar a los demás y participo de muchos proyectos solidarios, hasta que en 1985 conoció a su alma gemela Abdul, a quien rehabilitó y recupero, enamorándose en el proceso. Después de que su amado muriera en 1990, cayó en una profunda depresión, y murió en 1992, a la edad de 25 años, salvándole la vida a una joven.

En su trágica muerte, su alma gemela lo buscó y llevó su alma al Reino Justicia de Dios, allí conoció a la Princesa Solo1Lagrima

REINO : Reino Justicia de Dios creado a.C indefinido ,tiene su primer registro escrito datado en el 30 de octubre del 2012. Un reino de ángeles, otorgado por el Altísimo para la magnificencia del Creador. Cuando este crece se hace una expansión con el Palacio Reino justicia de Dios. En un lugar del universo en un sitio neutral están la arena y Universo Angelical. También tenemos la Arena , Paraíso perdido y Mausoleo de Dios.

Apariencia Física: Joven de 25 años, aunque aparenta mucho menos, piel blanca llena de pecas que le dan una apariencia infantil y tierna, cabello pelirrojo y ojos verde esmeralda. Contextura delgada. Altura: 180 cm. Longitud de cada ala: 170 cm. Blancas como la nieve, aunque a veces suelen tener un leve decorado en tonos dorados. Es muy presumido siempre viste en colores claros que resaltan su piel clara y sus facciones. Le gustan los ropajes clasicos, aunque a veces viste moderno. Se adapta a las situaciones en cuanto vestimentas, siempre manteniendo su elegancia.

ESQUEMA DE LA CUADRILLA

NOMBRE DEL PERSONAJE : Caleb Hiroshi

SEUDÓNIMO: Caleb

Rango: Delegado de Alianzas

Familiares: Adbul, su otra mitad.

Gerarquia: Tercera, Coro Angel de Luz

REINO : Reino Jusiticia de Dios

Año Conversion Angel: 1992

Edad Real: 19 años

EDAD APARENTE :: buena , Joven de 25 años

ESTATURA: 1.80

PESO .85 Kilos

SEXO : Hombre

nombre de nacimiento: Caleb Hiroshi

Ocupación: Escribano

Otros /Fragancia :

Mascotas : Mumut , un pequeño zorrillo que siempre va con el.

Crónica de Caleb

El 26 de junio de 1967 llegué al mundo, en los auges de la dictadura militar de Argentina. Mi familia era numerosa, tenía seis hermanos, yo era el quinto, tenía 3 hermanas y 1 hermano que habían nacido antes que yo, y luego los gemelos. Vivíamos en el interior del país, en un pueblo pequeño, aunque luego tuve que mudarme a la ciudad, para trabajar y ayudar a mi familia, en especial a mi mamá, a quien amaba con toda mi alma.

No era como los demás, y durante mucho tiempo las personas me lo hicieron notar. Yo no era rudo, ni serio como los otros hombres, me gustaba estar con mis hermanas y mi madre, lavaba mi ropa y cocinaba. Esto me llevó a ser apartado de los demás chicos y hasta ser golpeado. Pero no me importaba, porque me gustaba mi forma de ser, las mujeres confiaban en mí y yo gustaba escucharlas cada vez que tenían un problema.

En 1981 me mudé a la gran ciudad, conseguí empleo enseguida, aunque seguía padeciendo el rechazo de mis semejantes masculinos, adaptados a la época. Con mucho cuidado me movía por las calles, buscando no llamar la atención de los demás, muy seguido tomaba atajos hacia mis destinos, para no cruzarme con mis colegas buscapleitos.

Me dediqué a ayudar a los necesitados, trabajando en comedores y repartiendo comida, frecuentaba las iglesias y retiraba la comida para luego llevarla hacia las casas de quienes les correspondía recibirlas.

Un día, en 1985, huía de unos bravucones cuando me escondí en un callejón oscuro, no era la primera vez, pero si sería la última... O eso creí en cuanto oí un rasguño y un golpe.

con lentitud volteé la mirada temblorosa, y pude distinguir una silueta gigante, pero la voz que producía ese chico me indicaba que no era un peligro. con cuidado fui acercándome a él, sintiendo como mi corazón latía con mucha fuerza, mis ojos poco a poco se acostumbraron a la oscuridad y me acerqué con lentitud, como si de un gato se tratase. El ser retrocedió, pero algo dentro de mí insistía en que lo buscara. Hasta que lo tuve frente a frente.

No era un ser horrible, me parecía hasta hermoso, algo pálido y demacrado pero aun así era bello, distinguí unas sombras detrás de él, pero no les di importancia, solo me concentré en aquella mirada azul, que encerraba una tristeza y miedo incomprensibles para mí en aquel entonces.

Mi mano viajó hacia su rostro, el chico se estremeció y yo me detuve, no quería asustarlo y que saliera huyendo, parecía indigente, y no emanaba un olor muy agradable. Lo extraño era que actuaba como un niño pequeño, por momentos temblaba y tragaba saliva. Continué dirigiendo su mano hacia él, y con cautela, la yema de mis dedos rozaron su piel.

Estaba frío, y áspero, sin embargo poco me importó, me anonadaban sus ojos azules, como si un cielo se encontrara atrapado en ellos, algo en ellos me atraía, como si fuera un imán y yo una tuerca...

Comenzamos a hablar, confirmé que no era muy educado, rara vez sus respuestas contenían más de 3 palabras, pero me aseguré de que era una buena persona, no tenía malicia. Y no tenía a dónde ir, y yo no tenía casi compañía, además de que, se notaba que no se había duchado en mucho tiempo, por lo que le hice la propuesta, a la cuál me respondió con un simple "está bien".

El muchacho se levantó y salió del rincón donde se encontraba escondido, y fue cuando vi que era gigante, muy alto, y esas extrañas sombras eran unas enormes alas grises cuyas plumas parecían cuchillas, retrocedí asustado, para ver su rostro debía levantar mucho la mirada porque, a pesar de que era alto, ese chico lo era mucho más.

El camino hacia mi casa fue tormentoso, corrimos en muchos momentos, nos escondíamos en otros, hasta que me di cuenta de que mi sobretodo servía para cubrir las grandes alas, por lo que las tapé con él. Abdul, que así me dijo que se llamaba, me observó extrañado un momento pero no dijo nada, en agradecimiento le sonreí con cariño y continuamos caminando, hasta finalmente llegar. Nos pasamos esquivando vecinas chismosas y amigos que me buscaban y llegamos al departamento.

Cerré la puerta con rapidez y lo observé, entonces me di cuenta que estaba demasiado delgado, no había comido bien en mucho tiempo. Corrí hacia la cocina y preparé rápido algo para que comiera, dejé la comida en una cacerola y se la acerqué. El chico comió con timidez, entonces yo lo acompañé, me pareció raro que tomara la comida con las manos, como si no conociera lo que eran los tenedores o cuchillos.

Quise dejar que durmiera un poco pero su apestoso olor me incomodaba, por lo que lo guié hacia el baño, le indiqué cómo usar la ducha pero me observó inexpresivo, comprendí que no tenía idea de qué le estaba hablando. Suspiré resignado y me dispuse a quitarle su ropa, su piel estaba llena de cicatrices y pinchazos, como si hubiese sido operado varias veces, o era alguien propenso a enfermarse. Continué desvistiendolo y lavé su cuerpo, eliminando cada rastro de suciedad. Por fin ese hedor había desaparecido, ahora estaba casi impecable, menos sus alas, las cuales se negó a dejar que lave, y él limpió como pudo.

Le dejé el sofá listo, pero Abdul se echó en el suelo, sorprendido, le indiqué que su lugar era el sillón y no el duro suelo, él obedeció y se acostó.

Así pasó el tiempo, mis tareas continuaban como siempre, agregando que ahora hacía de maestro para Abdul, le enseñé a usar los cubiertos, cocinar, leer, escribir, limpiar, todo. Pues él no sabía nada, poco a poco me fui encariñando con él, eramos muy cercanos, y siempre le contaba todo, él a veces me mencionaba lo que había vivido, y otras despertaba en la noche con los gritos que emitía producto de sus pesadillas. Abdul había vivido muchas cosas horribles, era tan extraño que no fuera capaz de hacer daño a nadie.

Un día estábamos platicando con él, como siempre, cuando sin querer me tropecé y él me sostuvo, nos miramos un momento y me aparté, si, no era la primera vez que lo tenía tan de cerca, pero no podía evitar sentir escalofríos cuando se me acercaba tanto. De un momento a otro, sentí sus manos tomar mi rostro y girarlo hacia el suyo, con sorpresa recibí el roce de sus labios con los míos. Me exalté y lo empujé, corrí y me encerré en el baño, pues yo no era homosexual, y a pesar de que no sentía asco, estaba aterrado.

Los próximos días fueron extraños, yo evitaba que nos rocemos, pero él insistía con mi contacto, era un tira y afloje perpétuo, incómodo, porque, como dije, no sentía asco ni miedo por el beso, sino por la sociedad, no era bien visto que dos hombres estuvieran juntos, y a pesar de que Abdul era inocente, era un hombre, como yo. Sin embargo, los roces continuaron, él siguió buscando besarme, y por alguna razón, dejé de negarme, y comencé a responderle, como si mi corazón le hubiera vencido a mi cabeza.

Poco a poco, el contacto creció, y los besos se intensificaron, me despertaba y me quedaba junto a él hasta que abriera sus ojos, asegurándome de que los míos fueran lo primero que viera, pues se asustaba si yo no estaba con él cuando amanecía, y tambíen me gustaba estar en sus brazos antes de dormirme.

Mi familia lo conoció, no pude evitar presentarles a ese muchacho extraño que había hallado escondido en un callejón oscuro, por suerte ellos lo recibieron con los brazos abiertos. Eso era lo mejor de mi familia, que no eran prejuiciosos ni conservadores, y me amaban por sobre todas las cosas.

Abdul aprendió todo lo necesario para valerse por sí mismo, aunque jamás se separó de mi lado, desgraciadamente, su salud era muy frágil, había días en los que apenas podía levantarse de la cama, aún así, me ayudó en mis tareas comunitarias, cocía prendas que luego yo donaba a las iglesias, a veces amasaba pan con la misma finalidad, poco a poco las pesadillas disminuyeron, y su hermosa sonrisa aparecía cada vez más.

Un día, intenté tocar sus extrañas alas, pero él sostuvo mi mano rogándome que no lo hiciera, que mis manos eran demasiado puras para tener contacto con esa atrocidad. Entonces tomé sus manos y las besé, le murmuré que yo lo amaba por completo, de la misma forma en que él me lo declaraba cada día. Finalmente, me permitió sentir su tacto, eran extrañas, duras, algo filosas, y muy ásperas, pensé en la carga que era llevarlas, cómo había sufrido toda su vida, y dejó todo eso de lado por mi, y aún así era incapaz de lastimar a nadie, huía en cada situación complicada, menos cuando me atacaban, eso lo transformaba, hacía como de mi ángel guardián, a pesar de ser solo un chico cuya vida fue terrible.

Los años pasaron, y mi ángel enfermó, tanto que apenas si lograba moverse. Me quedé todos los días junto a él, dándole comida y agua, recitando cada poema que recordaba de amor, pero mi amor sólo adelgazaba, sus costillas comenzaron a verse y su clavícula cada vez resaltaba más, sin embargo sus ojos seguían viéndome con la misma intensidad de siempre. A diario lo besaba y abrazaba, buscando contenerlo, me negaba a aceptar que pronto me dejaría, y oír sus promesas de amor eterno destruían mi corazón, no quería dejarlo ir nunca, ni separarme de él.

Mi dulce amor me susurró una última promesa antes de que su corazón parara, procuré que viera mi sonrisa antes de cerrar sus ojos, esos bellos ojos oceánicos, claros como el cielo y profundos como el mar. Lo abracé con fuerza y lloré desgarradamente, lo había perdido, ya no iba a oír su dulce voz ni sentir su aliento rozar mi cuello ni sus labios besar mi piel, ya no lo tenía conmigo, me quedé solo y sin la persona que más amaba.

Su entierro se llevó los pocos fragmentos que quedaban de mi vitalidad, como la tierra cubría su cuerpo... Me quedé varios días junto a su tumba, cuidando las flores que tanto le gustaban, aunque eran más de mi gusto que el suyo, sin embargo procuraba que se vieran bellas para mí, ahora yo hacía lo mismo con él.

Durante ese tiempo me negaba a separarme de su cuerpo, mi familia me buscaba, rogaba que yo siguiera con mi vida pero ¿Cómo hacerlo? Mi compañero ya no estaba, me sentía solo ¿Cómo continuar sonriendo habiendo perdido lo que más quería?

Decidí continuar ayudando en lo que podía, fue entonces que mi rutina se volvió monótona, del trabajo a la iglesia, y saliendo de ésta, mi casa. La casa que antes estaba viva, cuyo aroma me encantaba. Y ahora no era más que un lugar donde pasaba la noche antes de salir huyendo del recuerdo.

Cierto día, caminando perdido en mi mente, una ráfaga de viento se llevó mi bufanda, bufé con indignación y corrí tras ella, pero, me encontré con una imagen angustiante, una joven, muy hermosa, yacía sosteniéndose de unos cables del puente que permitía el acceso a la ciudad. Sentí un miedo inmediato y me abalancé hacia la escena. La joven solo volteó hacia mí advirtiéndole que no intentara disuadirla, yo respeté eso, pero le sugería charlar, me sentía solo, con un nudo en la garganta, entonces me abrí hacia ella, le conté mi historia y a cambio me habló de la suya. Estuvimos bastante tiempo conversando, supe que su prometido la había abandonado, y que en su vientre estaba un bebé, ella no quería saltar, sólo estaba desesperada, le ofrecí entonces mi casa y un lugar en la iglesia donde recibiría todo el apoyo y ayuda necesarios, me sonrió y se acercó, me abrazó con fuerza y lentamente trató de bajar. Pero un resbalón le hizo perder el equilibrio provocando que cayera, me lancé hacia ella y la sostuve con fuerza, hice un movimiento y ella logró tomar algo y lentamente subió, pero, mi mano resbaló y caí.

Mi espalda chocó con el agua y me hundí, no sabía nadar, patalee con fuerza buscando ir a la superficie pero fue inútil, poco a poco el agua entró en mi cuerpo, y yo seguía luchando con todas mis fuerzas buscando flotar, mi conciencia comenzó a nublarse y mis ojos a cerrarse, de pronto, sentí que no estaba solo, una luz pasó a mi lado y observé el ser que había ido a mi encuentro

Era Abdul, ser acercó y me sostuvo en sus brazos, me aferré a él sintiendo su cuerpo, su pecho, fue como devolverme el alma al cuerpo.

"Es hora de que vayamos a casa, y nunca más nos separemos" escuché antes de sumirme en un profundo sueño.

Desperté en una habitación preciosa, con paredes de cristal tallado, me encontraba entre los brazos de Abdul, quien acariciaba con suavidad mi cabello, lo observé, estaba hermoso, sano, sus ojos seguían manteniendo esa intensidad de siempre, y su destello de amor que desprendía cuando me miraba me hipnotizaba, estábamos en una alfombra blanca mullida extremadamente suave. Pasé mi mano por ella despeinándola, hasta llegar a la de mi amor, él la sostuvo y lo miré, su otra mano tomó mi barbilla y sus labios me besaron con ternura. Me perdí entre ellos, tantos años despertando con ellos, y tanto tiempo viviendo sin sentirlos.

-Bienvenido, Caleb, al Reino Justicia de Dios- escuché decir a una bella mujer que permanecía sentada elegantemente en un sillón- Hemos oído hablar mucho de ti Caleb, ya nunca más volverás a separarte de tu alma gemela-


Reino Justicia de Dios
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